domingo, 13 de abril de 2014

Pacquiao a la luz de Bruce Lee


Fuente de la imagen: HBO.com
En El Tao del Jeet Kune Do, Jun Fan dice:

La mayoría de los esgrimistas cuando están preparando un ataque o tratando de evitarlo avanzan y se retiran alternativamente. Este procedimiento no es aconsejable en la lucha porque el avance y la retirada durante el asalto deben efectuarse rápidamente, mediante saltos y a intervalos irregulares, de tal forma que el adversario no note la acción hasta que sea demasiado tarde. El contrario debe ser “adormecido”, entonces es cuando debe lanzarse el ataque tan rápidamente como sea posible, acomodándose a los movimientos automáticos del contrario (incluyendo la posible retirada).[1]

Justamente lo que hace Manny "Pac Man" Pacquiao es:

1)     mantenerse relajado a una distancia donde el contrincante no lo alcanza,
2)     romper el ritmo del contrario[2] al meterse de un paso largo a su distancia con un ataque veloz (con lo que Paul Vunak llama “instinto asesino”),[3] y
3)     retroceder para recuperar la distancia larga, regresando a una actitud relajada.

El dominio de esta estrategia, que en palabras puede parecer muy sencillo, pero requiere un entrenamiento constante y una gran conciencia del propio cuerpo, es lo que el filipino demostró en su segundo encuentro con Timothy Bradley, quien confiaba en la potencia de sus propios golpes, pero que, conforme se desarrolló la pelea, fue atacando con fuerza excesiva que se quedó sin efecto al perder la técnica.
A lo largo de casi toda la pelea, Bradley fue hacia delante, pero sus desplazamientos, poco a poco, dejaron mucho que desear, pues perdió el equilibrio al menos en dos ocasiones, no sólo por los golpes recibidos, sino por estar mal parado. Su movimiento de cintura lo salvó en más de una ocasión, pero no hizo caer en la desesperación al filipno.
En esta ocasión vimos a Pacquiao más cerca de aquel extraordinario boxeador al que estábamos acostumbrados: sus atributos físicos, su técnica y su estrategia le llevaron a meter en su juego a Bradley y dominar la pelea, excepto en un par de rounds. En vez de limitarse a movimientos de cintura, cuando se ve acorralado suele salir con un elegante desplazamiento lateral. Un excelente regreso del ídolo filipino, nuevamente campeón de peso Welter de la OMB, que mostró su superioridad boxística de manera más evidente que en el encuentro anterior con Bradley, cuando los jueces sorprendieron con una decisión en favor del estadounidense.


NOTAS:



[1] Bruce Lee, El Tao del Jeet Kune Do, Madrid, Eyras, 1990, p. 140 [consultado en línea, en abril de 2014. Las cursivas son mías].
[2] “Normalmente dos luchadores de igual habilidad pueden seguir sus movimientos recíprocos, y a menos que exista una diferencia considerable en velocidad, llegan a empatar. [...] Si el ritmo ha quedado bien establecido, existe una tendencia para continuar según la secuencia del movimiento. [...] El hombre que pueda romper ese ritmo mediante una ligera vacilación o un movimiento inesperado, podrá ahora lanzar un ataque o contraataque con tan sólo una velocidad moderada; su contrario, que está preparado en su movimiento motor para continuar con el ritmo anterior y antes de que pueda adaptarse al cambio, habrá sido alcanzado.” Lee, O. cit., p. 63.
[3] Paul Vunak comenta: “Para lograr el potencial copleto del instinto asesino, nosotros debemos controlar absolutamente nuestras emociones. Tenemos que ir de una máquina fría, e insensible a la rabia irrefrenable de un oso pardo y volver atrás en un segundo, si la situación lo requiere.” V. Vunak, Paul, “Instinto asesino”, en Ronin. Revista y agenda marcial, Año 1, Núm. 4, abril de 2010, p. 25.

miércoles, 9 de abril de 2014

El criterio que no entiendo



La Ortografía de la Real Academia Española (edición de 2010) es un documento que puede despejar bastantes dudas y plantea muchas otras. Una de las inquietudes que me deja es acerca de la utilidad de cierto criterio para la puntuación de los diálogos. La Ortografía indica en su página 376:

c) Cuando el comentario del narrador no va introducido por un verbo de lengua y el parlamento precedente constituye un enunciado completo, las palabras del personaje se cierran con punto —o, según sea el caso, con cierre de interrogación, de exclamación o puntos suspensivos— y el inciso del narrador se inicia con mayúscula:
—No se moleste. Cerró la puerta y salió de mala gana.[...]
—¿Puedo irme ya?Se puso en pie con gesto decidido.
—Si te viera tu madre...Lágrimas de emoción asomaban a sus ojos mientras contemplaba, arrobado, la escena.
—No te preocupes.Le sostuvo la mirada, desafiante—. Sabré encontrar la solución sin tu ayuda.

¿Por qué preferiría no acatar este criterio?
1) Porque en los libros que he leído a lo largo de mi carrera, ya sea por placer o por trabajo, publicados por diversas editoriales (incluso textos de los sellos y autores más prestigiosos, ya sean en sus divisiones españolas o latinoamericanas), francamente casi nunca se aplica.
2) Porque su utilidad no es evidente. ¿Su uso mejora en algo el texto?, ¿lo hace más comprensible? ¿Qué se supone que nos indica su uso?, ¿que el verbo con que inicia la intervención del narrador no es “de lengua”? ¿Acaso no lo sabemos ya con la sola lectura del mismo verbo, como cerró en el primer ejemplo?
3) Porque no es claro en qué casos aplicarlo. ¿Hacer una pausa, callarse, modificar el volumen, suspirar o gimotear mientras se habla son verbos “de lengua”? Podríamos discutir la pregunta anterior sin llegar a un acuerdo. (El chiste con lamer o lengüetear es demasiado evidente). ¿Y si el verbo “de lengua” no va al inicio, sino al final o en medio de la intervención del narrador, como en los siguientes ejemplos?

—No se moleste. —Carolina habló por fin.
—No se moleste. —Se levantó al tiempo que hablaba.
—Yo lo sé. —Con voz de indignación repite.

Creo que daríamos a entender exactamente lo mismo si lo hubiéramos redactado así:

—No se moleste —habló por fin Carolina.
—No se moleste —habló al tiempo que se levantaba.
—Yo lo sé —repite con voz de indignación.

Entonces, nuevamente, ¿de qué sirve ese detalle de puntuación?


4) Porque el “cazar” estos detalles nos puede distraer de verdaderos errores y erratas que se hallen incluso en el mismo enunciado.

Así, pues, si alguien me puede dar una explicación de para qué diantres guardar ese escrúpulo, que me parece un verdadero tiquismiquis, lo agradeceré mucho. Sospecho que podría explicarse desde la gramática y no desde la ortografía. Mientras tanto, acato instrucciones.