La cultura occidental
moderna se ha impuesto en casi todo el mundo de manera brutal, aunque también
por medios más sutiles y peligrosos. Una de las armas para lograrlo ha sido, y
sigue siendo, su enorme capacidad de falsear las palabras, torcer su
significado y presentar así los argumentos más dañinos y egoístas con un
disfraz de inocencia y buena fe.
Para contribuir a
contrarrestar la colonización por medio del lenguaje, analizaremos algunas de
las expresiones que siguen siendo usadas con los motivos más mezquinos; muchas
de éstas están ya tan arraigadas en la cultura occidental y moderna, que los
mismos que debieran sentirse agraviados por este abuso del lenguaje incluso
participan de las ideas colonialistas, sin siquiera darse cuenta. Delante de
cada palabra analizada asentaremos las reflexiones pertinentes, precedidas por
un asterisco.
Indio. La máxima autoridad en lengua española, es decir la Real Academia Española de la
Lengua (RAE) asienta los siguientes significados:
indio1, dia.
1. adj.
Natural de la India. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo
a este país de Asia.
*Estos son los únicos dos términos que
debemos tomar como verdaderos, en cuanto a gente se refiere.
3. adj. Se dice del indígena de
América, o sea de las Indias Occidentales, al que hoy se considera como
descendiente de aquel sin mezcla de otra raza. U.
t. c. s.
4. adj. Perteneciente o relativo
a estos indios. Traje
indio. Lengua india.
*Aquí comienza el absurdo. Incluso la
explicación “o sea de las Indias Occidentales” resulta ridícula. Cristóbal
Colón creyó (o fingió creer) que había llegado a la India, como le llamaban los
españoles a Asia en general, pues buscaba un camino alternativo a la Ruta de la
Seda. Supongamos que en verdad Colón ignoraba que se trataba de un continente
aparte: si los europeos se dieron cuenta, al paso del tiempo, de que se trataba
de unas tierras totalmente distintas, ¿por qué la Real Academia sigue
considerando que se trata de las “Indias Occidentales”? ¿No se han enterado de
que Anáhuak es un continente distinto? ¡No hay más que una India: el gran país,
cuna del Kalaripayatu y de Gandhi, que se encuentra en Asia!
Nunca han existido las
“Indias Orientales” y las “Indias Occidentales”. Sólo existe una India: la
tierra de los Vedas, Mahatma Gandhi, y Bodhidharma.
5. adj. despect.
Guat. y Nic. inculto
(‖ de modales rústicos).
*El asunto se pone cada vez peor: a España,
sin duda, le conviene fomentar el uso despectivo del término, aunque no lo
digan abiertamente los académicos. Cabe destacar que los pueblos de Anáhuak,
como cualquier otro, eran conocedores de su propia cultura, y en ese momento
ignoraban la cultura occidental moderna. Eso no es ser “inculto”, pues en el
mundo jamás ha existido UNA sola cultura, sino muchas.
6. m.
Cuba. Sol. EL indio.
*Esta entrada sí que requeriría otro
análisis, que, de momento, rebasa nuestros propósitos.
indio de carga.
1. m.
indio que en las Indias Occidentales conducía de
una parte a otra las cargas, supliendo la carencia de otros medios de
transporte.
* Si este significado pertenece al pasado,
como se aprecia en la conjugación del verbo, y si se trata de un pasado
vergonzoso, como de hecho lo es, ¿por qué la Academia se empeña en conservarlo?
A leguas se ve que los académicos siguen suspirando por el imperio.
~ sangley.
*Esto nos lleva a otra entrada del
diccionario, una verdadera joya como medio de difusión de la ignorancia:
sangley.
(Del tagalo sanglay, y este
del chino šang-lúi).
1. adj. Se decía
del chino que pasaba a comerciar en Filipinas. U.
t. c. s.
*Una vez más: los chinos no son indios, así como los tibetanos no
son turcos ni rusos. Pero esta entrada demuestra una cosa: para los españoles
daba igual ser tlaxcalteca o tagalo, siempre que se fuera objeto de
explotación. Continuemos.
caer de indio.
1. loc.
verb. R. Dom. Caer en un engaño por ingenuo.
hacer el ~.
1. loc.
verb. coloq. Divertirse o divertir a los demás con travesuras o bromas.
2. loc. verb. coloq. Hacer algo desacertado y
perjudicial para quien lo hace. Hice el indio al
prestarle las cinco mil pesetas que me pidió.
*Los españoles invasores confundieron la
hospitalidad con la idiotez, la amabilidad con la cobardía. ¿Qué más se podía
esperar de estos bárbaros? Pero lo realmente sorprendente es que la Academia,
más de 500 años después, tenga la misma idea y la difunda sin una pizca de
pudor.
¿somos indios?
1. expr.
coloq. U. para reconvenir a alguien
cuando quiere engañar o cree que no le entienden lo que dice.
subírsele a alguien el ~.
*Continuamos con los significados negativos.
Esta gente realmente ama los insultos, y lo mejor de todo es que intenta presentar
su actividad como una labor “cultural” y “desinteresada”.
□ V.
*Esto nos lleva a otra entrada: fila india.
1. f. La que
forman varias personas una tras otra.
¡Bravo! Esta entrada es casi acertada. Muchos pueblos de
Anáhuak, para el viaje, la peregrinación y otras actividades, usan esta
formación... pero no son indios.
*Revisemos su propia entrada:
~de indios.
1. m. Sistema
seguido en la colonización de las Indias desde principios del siglo XVI, con la finalidad de dotar de mano de obra a las
explotaciones agrícolas y mineras. Se repartía un número determinado de indios
entre los colonizadores españoles, y la asignación se hacía en encomienda, o
sea, en una relación de patrocinio, por la cual los indios quedaban debiéndole
obediencia al encomendero.
*Una preciosa muestra de eufemismos
baratos. Donde dice “dotar de mano de obra a las explotaciones agrícolas y
mineras” debería decir: “esclavizar seres humanos para explotarlos hasta su
muerte en el campo y las minas”. Dice la entrada que los “indios” quedaban “en
una relación de patrocinio”. ¿Qué dice el diccionario acerca de esta última palabra?
patrocinio.
(Del lat. patrocinĭum).
1. m. Amparo,
protección, auxilio.
¡Vaya idea de la protección! Falta decir
que, a cambio, el encomendero se obligaba a evangelizar a los nativos,
“beneficio” que ellos no pidieron, así como no eligieron ser invadidos, y que
los encomenderos no cumplían a cabalidad, sencillamente porque, cegados por su
codicia, estaban más ocupados en robar, esclavizar, violar, torturar y matar
mujeres hombres, ancianos y niños.
indio2, dia.
(De
índigo).
1. adj.
De color azul.
*Veamos qué dice la
entrada directa de índigo:
índigo.
(Del lat. Indĭcus, de la India).
1. m. añil
(‖ arbusto papilionáceo).
2. m. Pasta
que se hace de las hojas y tallos de esta planta.
3. m. añil (‖ color azul oscuro). U.
t. c. adj.
*Felicitamos a los
miembros de la RAE: esta vez lograron asentar un significado apegado a la
verdad.
2. m.
Elemento químico de núm. atóm. 49. Metal
escaso en la corteza terrestre, se encuentra en la blenda y otros minerales de
hierro, plomo, cobre y estaño. Dúctil, blando y maleable, sus derivados
producen a la llama un intenso color índigo. Se usa en la fabricación de
rodamientos y semiconductores. (Símb. In).
*Este nombre se deriva
del color, de modo que su derivación tampoco es errada.
En resumen, tenemos cuatro significados verdaderos, tres erróneos, uno incierto, uno
abiertamente peyorativo y cinco que
implican una relación humillante con el europeo. Ante esto, es justo y acertado
que los indígenas de Anáhuak se resistan a ser llamados indios, y ellos, sus descendientes y sus simpatizantes busquemos
alternativas, como indígena, nativo o aborigen y para su colectividad,
habitantes originarios. Me inclino por Anahuaka
(el habitante de Anáhuak) y Abya-yalense
(habitante de Abya-Yala) como genérico, y refiriéndome a cada etnia en
particular, prefiero el nombre con que cada una se autodenomina: aymara, lakota,
náhuatl, shuar, etcétera. Aclaro que entre los pueblos originarios también hay
quienes reivindican el uso de la palabra indio,
pero esto rebasa el objeto de este texto.
Aprovecho este medio
para felicitar a la Fundación para el Español Urgente por darse a la tarea de
investigar las connotaciones de la palabra indio
en Anáhuak, Abya-Yala, pero si consideramos, para empezar, que fue un nombre
erróneo dado por los invasores, que a ellos debemos su uso despectivo a lo
largo de siglos (por lo que ahora es sumamente difícil desarraigar), y vemos
las connotaciones negativas y colonialistas que asienta el DRAE, es evidente que es preferible usar el término exclusivamente
para los habitantes de la India.
Los comentaristas de
Fundéu dicen no ver nada despectivo en el uso del término, y que usarlo
ayudaría a eliminar esas connotaciones. Afirmar esto es, cuando menos, ingenuo.
Tal vez estas personas no conocen la historia de Anáhuak a partir de la Invasión.
Como pueblos dominados, los indígenas recibieron el sobrenombre impuesto por
los invasores: indios.
Históricamente, y gracias a la relación de dominación, la palabra se llenó,
forzosamente, de un significado peyorativo, que implicaba inferioridad, ignorancia
y pobreza, además de todos los vicios imaginarios que los escritores de la Colonia
les atribuyeron a los aborígenes de Anáhuak para justificar el dominio político.
Se puede alegar que los
chicanos retoman el término despectivo que imita la palabra mexicano y la convierte en chicano, y la reivindican, y que lo
mismo deberíamos hacer los hispanohablantes con el término indio; pero el proceso lingüístico de los chicanos tiene apenas
unas cuantas décadas por lo cual su reversibilidad es comprensible, y no de más
de cinco siglos, como ocurrió con el uso del término indio, parte de toda una campaña de desprestigio.
Por otra parte, declaran los miembros de Fundéu que pidieron opinión a periodistas hispanohablantes, pero no
declaran haber consultado a los principales interesados: los indígenas mismos.
¿No es esto ceguera voluntaria?
REFERENCIAS:
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:
Fundación para el Español Urgente: