En el mundo globalizado, los sistemas políticos-económicos se
empeñan en generar personas informadas, pero no personas sabias.
Con un acceso fácil a ideas ajenas mal filtradas, peor traducidas
y leídas apenas superficialmente, las redes sociales se convierten en el reino
de la confusión, mucho más en una sociedad que se precia de democrática, “tolerante”
y multicultural, como la nuestra.
Esto da como resultado, por ejemplo, grupos que alardean de poner
“lo azteca” por encima de “lo extranjero”, criticando a los danzantes de
tradición conchera, juzgando y menospreciando a todo aquel que se diga católico,
por considerarlo contrario a “azteca”. ¿Y los texcaltecas no son nahuas? ¿Los
nahuas del Alto Balsas son menos que los que se hacen llamar anahuakas, sólo
por ser católicos? ¿Y qué opinarán de los indígenas que se volvieron al Islam?
https://www.facebook.com/groups/1485313201731199/permalink/1561512780777907/
Es curioso, en los grupos de “anahuakas” desinformados, se acusa
de “infiltrados judeocristianos” a quienes no coinciden con su radicalismo
miope, más con consignas politiqueras que con argumentos o pruebas serias.
De la misma manera, en los grupos de alienados de la ultraderecha,
como los derivados de la Unión Nacional Sinarquista, se acusa a los disidentes
de “infiltrados judeomasónicos”. Hablan mucho de nacionalismo, pero promueven
la adoración a Adolfo Hitler como si fuera un dios
https://www.facebook.com/NSM.Serpiente?fref=pb&hc_location=profile_browser
Los grupos de afroalienados están contra el eurocentrismo, pero
caen en el exceso de afirmar, por ejemplo, que las cabezas olmecas representan
a líderes africanos:
http://www.enigmasmisteriososeinexplicables.com/2012/12/los-olmecas-y-sus-cabezas-de-rasgos.html
Muchas personas que dicen defender la lengua náhuatl (¿pero cuál
náhuatl? ¿El clásico, el de Veracruz, el de Milpa Alta, el de Guerrero, el de
Hidalgo…?), fantasean y engañan a la gente con ridículas pseudoetimologías:
https://www.facebook.com/groups/historiasAnahuacmundo/842364789173912/?comment_id=846710475406010¬if_t=group_comment_reply
Otros que se dicen amantes de lo indígena se empeñan en hallar
similitudes entre amerindios y babilonios, africanos, griegos, indios y
un largo y penoso etcétera, por detalles tan triviales y tan universales como
un tocado de plumas o el uso del águila en su simbología (y ¡a mezclarlo con
marcianos!):
https://www.facebook.com/groups/historiasAnahuacmundo/permalink/838971999513191/
Algunos están tan desencantados de la democracia que proponen un
México arrodillado ante la Corona española:
https://www.facebook.com/pages/El-Tercer-Imperio-Mexicano/118653484880980?fref=pb&hc_location=profile_browser
Muchos curanderos “indígenas”, incluso algunos que se han dicho “nahuales”,
promueven terapias holísticas, iridología, flores de Bach … ¿qué demonios tiene
que ver todo esto con el Anáhuak precuauhtémico?
https://www.facebook.com/Miktiuoselo?fref=ts
Otros, los chimaleros emprendedores, cobran cantidades
estratosféricas por ejecutar la danza del Sol, comerciando con lo sagrado:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=1097042286978087&set=gm.1589408511335388&type=1&theater
Lo más curioso es que la mayoría condenan a la Iglesia Católica…
pero no la conocen. No entienden nociones tan básicas como la diferencia entre
Iglesia y jerarquía. Por otra parte, tampoco conocen mucho la cultura mexica, piensan
que los aztecas adoraban el mundo material, reduciendo su metafísica a un
patético miedo al hambre.
Muchos que se niegan a danzar ante símbolos cristianos, explican
que ellos sólo “se van a lo cultural, no a lo religioso”. Como lo veo, existen
dos posibles ópticas, y en ambas son miopes. 1) Desde el punto de vista de las
llamadas “ciencias sociales”, lo religioso caería dentro de lo social, por lo
cual estarían mutilando la comprensión de la danza, si le quitan su origen
religioso. 2) Desde el punto de vista religioso, tratan de ignorar que la
religión empapaba cada acto de cada día en la sociedad azteca. ¿O acaso se
imaginan que los mexicas veían su propia danza sagrada como “folclor”? ¡Eran
danzas religiosas! Pero aquí viene la dificultad: la religión azteca desapareció.
Quedaron las llamadas “religiones indígenas” (pero no la azteca), y muchos de
los indígenas adoptaron el catolicismo. Insisto, ¿son menos que los danzantes y
anahuacas radicales?
Los “anahuakas” que atacan a la Iglesia católica
están segurísimos de que la gente, una vez decepcionada de esa doctrina, de
manera inevitable volteará los ojos hacia la “religión azteca". Una cuyos
ministros no pueden existir simplemente porque los aztecas fueron exterminados,
y no hubo quien transmitiera el elemento no humano. Pero, además de esto,
¿porqué están tan seguros de que esos decepcionados no se volverán evangélicos,
carismáticos, mormones, testigos de Jehová, budistas, ateos, marxistas, agnósticos,
wiccanos, santeros o cualquier otra cosa? Increíble el daño que puede hacer la
ignorancia aunada a la iniciativa.
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