Foto: https://pixabay.com/static/uploads/photo/2013/02/15/06/45/silhouettes-81818_640.jpg
1. Comprar el periódico del día.
2. Buscar la sección de empleos y
tirar al cesto de basura del metro el resto del periódico.
3. Aplicar marcatexto verde claro a tres o cuatro
anuncios del estilo “ARME juguetes
en casa. Empiece hoy mismo. Lic. Klarissa.”
4. Retrasar la hora de la comida
para llamar a eso de las cuatro de la tarde. Cuando la telefonista otorgue una
cita para el día siguiente, sugerir, con tono de preocupación, acudir hoy
mismo. Imaginar cómo ella pregunta a su superior inmediato si aún hay lugar
para alguien más. Aceptar con voz agradecida cuando ella diga que sí, que puede
uno llegar a las cinco y media de la tarde. Tomar nota de la dirección.
5. Llegar unos minutos tarde a la
cita. Registrarse en la recepción del edificio y dejar identificación.
6. Subir por las escaleras, no por
el elevador, hasta el piso donde la recepcionista de la empresa preguntará a
qué va uno. Responder cuando se lo soliciten que sí, que es la primera vez que
uno busca empleo por teléfono, y dar el nombre que viene en el anuncio. Sonreír
al compañero efímero que llegó segundos antes que uno. Recibir el papelito de
manos de la recepcionista y seguir al hombre del traje malcosido hasta la Sala
de Capacitación.
7. Sentarse hasta atrás (o
adelante, si todavía hay lugar). Mirar con atención los ojos de Salomé, cada
vez que ella voltee e interrumpa momentáneamente su garabateo de cantidades estratosféricas
de dinero.
8. Entrar en sintonía con Salomé.
Completar a coro, con el resto del grupo, los enunciados de la expositora:
Foto: https://pixabay.com/p-81820/?no_redirect
Salomé: El que no arriesga no...
Grupo: Gana.
Salomé: ¿A poco no? No me des pero
tampoco me...
Grupo: Quites.
o
Salomé: Hay gente que sale a buscar
trabajo con ganas de no...
Grupo: Encontrar.
o
Salomé: ¿Apoco no? Luego uno regresa a
buscar la empresa y ellos ya no...
Grupo: Están.
etcétera.
9. Escuchar pacientemente que es ilógico
ir a buscar trabajo y llevar prisa, que los 60 minutos que le pidieron a uno
serán reducidos a 20 minutos, pues Salomé será práctica y clara; que pusieron
anuncios que anunciaban todo menos lo que te están explicando porque los
choferes, los ensambladores, las amas de casa y los estudiantes tienen
cualidades que la empresa aprovechará.
10.
Ver
con gesto de sorpresa y desagrado cómo la compañera eventual se levanta y se
va, y escuchar atentamente los comentarios de Salomé al respecto.
11.
Resistir estoicamente las ganas de retirarse
igual que la compañera eventual o siempre no compañera. También resistir el
calor de la Sala de Capacitación y su consecuente coctel de aromas.
12.
Al finalizar la intervención de Salomé,
responder el examen de una página que aplicará otro de los anfitriones.
13.
A a la pregunta de “¿Usted se considera
ambicioso?” responder “cierto”. A la pregunta de “¿Cuánto desea ganar al mes?”
responder que el doble de la máxima
oferta durante la exposición. A la pregunta de “¿Se siente usted culpable
cuando miente?” responder “falso”. A la pregunta de “¿Desde cuándo estaría
usted dispuesto a comenzar?” responder que hoy mismo.
14.
No reírse ante el nombre de la empresa, que suele
ser “Grupo de Empresarios De Éxito” o “Ejecutivos de Excelencia” u otro por el
estilo.
15.
Esperar con paciencia el resultado del examen.
Obedecer la orden de silencio y mirar con molestia a quienes no la acaten.
16.
No mirar demasiado cuando la anfitriona a las
espaldas de uno (que no se sabía si era candidata o anfitriona) le cierre el
paso a un candidato que quiere salir de la Sala de Capacitación. No mirar
demasiado la cara de hartazgo de ella.
17.
Mirar con gesto entre anhelante y angustiado
cuando el anfitrión pida ponerse de pie a Fulano, Zutana y Mengano, para
después pedirles que lo sigan. Repetir la operación con el segundo grupo.
18.
Ponerse de pie cuando el anfitrión lo nombre a
uno, en el tercer grupo, y seguirlo diligente. No mirar demasiado la expresión
de los miembros de Grede o Ejex o como se llame la empresa, en el camino al
cubículo de Salomé.
19.
No sentarse al llegar de nuevo con Salomé,
mientras ella reparte pases para el curso de mañana al resto del tercer grupo.
Sentarse sólo cuando ella se lo pida a uno, momento para el cual los demás
miembros del grupo se habrán retirado.
20.
Responder a Salomé que sí, que uno tiene ya un
trabajo y que por eso no puede acudir al curso de mañana, que porque es
temporada de muchísima actividad en el otro trabajo. Que gracias pero no puede
uno ir ni mañana ni pasado mañana.
21.
Responder a Salomé que gracias, que la esposa
de uno también trabaja mañana.
22.
Esperar un silencio incómodo. Aprovecharlo,
cuando surja, para preguntarle que qué actividades realizaría uno si se quedara.
23.
Escuchar, sonriente, que etiquetar y foliar y
engrapar documentos, que la empresa le pondría a uno la línea telefónica y,
como el horario del otro trabajo se acaba a las 5 de la tarde, uno laboraría de
6 a 10 para Grede o Ejex o como se llame.
24.
Responder, con la máxima amabilidad y calma,
que no, que gracias, que de verdad agradece uno muchísimo la oportunidad, pero
que uno quería trabajar en la madrugada haciendo algo con las manos porque su
otro trabajo es intelectual, que tiene mucho que no hace uno nada con las manos
y que eso era todo lo que en verdad buscaba.
25.
Levantarse sin prisa, sonreír ampliamente,
apretar con suavidad y cortesía la mano de Salomé (el varón con la palma hacia
arriba, para transmitir apoyo) y desearle éxito. Mucho éxito. No mirar más de un segundo su
cara de “¡Chin...!”
Foto: https://pixabay.com/p-740077/?no_redirect
No hay comentarios:
Publicar un comentario