Fuente de la imagen: Pulso
Cambiando de canal nos topamos ayer con un programa televisivo
del estúpido Jordi Rosado. Junto con dos mujeres, igual de estúpidas que él, irradiaba
dicha al hablar acerca de “las nacadas mexicanas”. Como dijo Carlos Fuentes: “No
insulto: defino.” Quien lo quiera busque en el diccionario el significado de estúpido.
Rosado dijo, palabras más, palabras menos, que otra gente puede hacer “nacadas”,
pero los mexicanos somos campeones en eso. Una de las mujeres extendió lo naco
a Latinoamérica (debe de haber pensado que eso era una gentileza para México).
Lo primero que pediría este trío despreciable es que definieran
el término naco. ¿Saben el origen de la palabra? ¿Pueden explicar qué significa
exactamente? No: ni ellos ni nadie entre los millares de personas que tienen
orgasmos con esa palabra pueden responder a estas dos sencillas preguntas. Usar
la palabra naco es una muestra de ignorancia y mezquindad. El Diccionario de la
Real Academia Española, como con muchas otras palabras, no nos ayuda esta vez:
naco
(Del gall. port. anaco, pedazo).
4. m. coloq. Ur. Excremento sólido, especialmente el
humano.
Vamos a un diccionario nacional, el Diccionario del Español
de México, publicado por El Colegio de México:
naco
adj y s (Coloq y Ofensivo)
1 Que es indio o indígena de México
2 Que es ignorante y torpe, que carece de educación: un
pinche tira naco
3 Que es de mal gusto o sin clase: “¡Qué blusa tan naca!”
1) El inicio de su definición omite el origen del término, como
si no fuera importante. ¿Será que quienes redactaron el diccionario temen
quedar como nacos ignorantes?
2) La palabra indio merece una entrada aparte, pero, diga lo
que diga este diccionario, aceptar que naco es sinónimo de indígena de México
es, para empezar, ignorar nuestra Carta Magna, que se supone debería regir
nuestros actos como ciudadanos:
ARTÍCULO 2o.
La Nación Mexicana es única e indivisible. La Nación tiene
una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas
que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio
actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones
sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.
¿En qué parte de la Constitución figura la palabra naco como
sinónimo de indígena? Pero preguntemos a los expertos en culturas indígenas: ¿acaso
está la palabra naco en algún documento constitutivo del Instituto Nacional de
Antropología e Historia?, ¿en alguno del Instituto para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas?, ¿en alguno del instituto Nacional de Lenguas Indígenas? Más importante
aún: ¿dónde están esos indígenas que se autodenominan nacos? Simplemente es una
palabra usada para discriminar. Confrontemos a continuación a quienes definen la
palabra y a quienes simplemente la usan.
3) El buen gusto es un asunto social y cambiante sujeto al
tiempo y al espacio: en México puede ser de mal gusto que todos los comensales
metan la mano al mismo recipiente, mientras para algunos japoneses es una falta
de cortesía y de etiqueta no hacerlo. Pero concedamos que haya algo como un “buen
gusto” generalizado hasta cierto punto: ¿quiénes dicen naco cuando podrían decir
de mal gusto? ¿Quiénes dicen naco cuando podrían decir ignorante? La respuesta
es sencilla: aquellos que conocen muy pocas palabras o que son perezosos hasta
para elegir el término preciso, pues resulta muy cómodo dar a una misma palabra
todos los significados desagradables que se quiera, lo cual empobrece nuestro
lenguaje. Por si fuera poco, ¡ahora resulta que Jordi Rosado es árbitro del
buen gusto! Y si se supone que las personas de nivel socioeconómico alto tienen
automáticamente conocimientos y buen gusto, ¿por qué nuestros políticos hacen
ridiculeces en estado de ebriedad? ¿Por qué llegan a hacer de un poema escrito
en 1948 un “ataque” a EPN?
Lo más patético es que la palabra naco comenzó siendo usada
por personas de un estrato socioeconómico alto, Luis de Alba la difundió en los
años 80 en secciones que ridiculizaban tanto a los estratos altos como a los
bajos, y ahora la usan millones de personas (la mayoría) que, con toda
seguridad, son consideradas nacas por los del estrato alto. Si la intención de
De Alba era el de la comedia clásica (exponer los vicios de la sociedad para hacer
que ésta los abandone), logró todo lo contrario.
Dejé la segunda definición del segundo diccionario para el
final, a propósito. Digámoslo de una vez: identificar al indígena con la torpeza
o la falta de instrucción es mostrar una ignorancia vergonzosa, pero este
espacio no alcanza para hablar de la desigualdad de oportunidades y las medidas
que ha tomado al respecto el gobierno (a veces idiotas, a veces llenas de odio
racial), desde hace mucho tiempo. Personas ignorantes, torpes, con mal gusto (lo
que sea que eso signifique), incluso pobres, hay en todas las culturas. ¿No me
creen? Metan en un motor de búsqueda los términos white trash, hillbilly y trailer
park trash y vean qué encuentran, sin ir más lejos.
Dejemos ya de discriminar y de autodenigrarnos: eso sólo nos
hunde más como país. Mandemos al caño a personajes como Jordi Rosado, Facundo, Israel
Jaitovich y Consuelo Duval, que lucran dividiendo más a nuestra sociedad, ¡como
si hiciera falta!; son esperpentos que desprecian a aquellos de quienes comen. El
hecho de que ellos vibren con la palabra naco debería ser suficiente argumento
para no usarla. ¿O qué, acaso merecen ellos que los volvamos nuestros líderes
de opinión, nuestros modelos de conducta? ¡Paso!
Para el origen y significado inciertos de la palabra naco:
http://www.fondodeculturaeconomica.com/obras/suma/r3/buscar.asp?idVocabulum=197&starts=N&word=naco
Para el mal gusto y la ignorancia en los estratos socioeconómicos
altos en México (dejando de lado casos paradigmáticos como Vicente Fox, Marta
Sahagún o Enrique Peña Nieto):
http://www.jornada.unam.mx/2014/06/17/cultura/a11n1cul
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