jueves, 26 de junio de 2014

Stan Lee racista


Stan Lee en 1973.* Fuente:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ec/Stan_Lee_1973.jpg?uselang=es

Se suele dar por sentado que un texto crítico debe ser “objetivo”, sobre todo cuando se trata de analizar una obra de arte, que se supone sólo debería ser explorada en su aspecto estético, y además se pretende tratar dicha obra como si fuera inocua por el sólo hecho de ser “arte”. No hay pretensión más hipócrita: si tomamos en cuenta, en primer lugar la mala fe de los creadores; y en segundo, el poder de penetración del cómic, presumir de “objetividad” en este caso es una de dos, una cobardía o una vileza.
Stan Lee mostró una imaginación desbordante y una capacidad incomparable para concebir personajes. Su trabajo con dibujantes como Jack Kirby y Steve Ditko dio como resultado historietas de acción intensa y una narrativa visual extraordinariamente efectiva, que atrapaba la atención del lector en cada página, de principio a fin (y lo dejaba con ganas de más), episodio tras episodio. Además, su equipo consiguió que el público siguiera más de una revista, para conocer completas las historias de los diferentes personajes que se entrelazaban por medio de referencias cruzadas. Creó personajes que han pasado la prueba del tiempo, como lo demuestra la relativamente reciente ola de remakes cinematográficos que retoman superhéroes como The Avengers, The X-Men y Hulk. Hasta aquí todo está bien: todo el mundo tiene derecho de ganarse el pan siguiendo sus capacidades e inclinaciones personales.
Por otra parte, no es secreto, ni siquiera novedad, que los comics estadounidenses han sido propaganda política: el Capitán América (creado por Joe Simon y Jack Kirby en 1941) combatía a los nazis, en plena Segunda Guerra Mundial; del mismo modo, décadas después y sin ser el único durante ese tiempo, un Frank Miller ya en franca decadencia, combate a Al-Qaeda por medio de la historieta.1
Sería largo enumerar cada una de las situaciones, dentro de la enorme industria Marvel, donde florece la histeria xenofóbica. Para el presente texto nos limitaremos a señalar los ejemplos contenidos en un solo tomo de Los Vengadores,2 pues el racismo antiindigenista es el que nos ocupa en esta ocasión (aunque el suprematismo blanco está presente de muchas formas a lo largo de todos los productos de esta compañía, aun con intentos de maquillaje como la creación del superhéroe afroamericano Black Panther).
Gracias a la capacidad de síntesis narrativa de este equipo de creadores, no es necesaria una búsqueda exhaustiva para encontrar viñetas que nos responden una pregunta concreta: ¿Cuál es el papel de los indígenas en el cómic de Los Vengadores? Analicemos las viñetas.
En la página 82 de la compilación en español (The Avengers, núm. 4, marzo de 1964, p. 1), en la última viñeta (las enumeramos según el orden de lectura de cada página), un “esquimal” levanta los brazos, mientras varios personajes similares hace una reverencia como las de los dibujos victorianos que representaban a árabes y turcos. En el texto se lee lo siguiente: “A unos cuantos cientos de metros una tribu aislada de esquimales hacer reverencias en un extraño ritual...”, y uno de los supuestos indígenas dice: “Oh poderoso señor de los fríos hielos, escucha nuestros ruegos...”
En la viñeta 1 de la siguiente página, Namor, el submarinero, quien presenciaba la escena, piensa: “¡Tontos! ¡Están adorando a un cuerpo congelado en un cubo de hielo!”; y en la viñeta siguiente los “esquimales” huyen aterrados mientras Namor levanta el bloque de hielo y les grita. En la viñeta 4 de la misma página, el Submarinero rompe el hielo al tiempo que se pregunta: “¿Acaso el poderoso Namor ahora solo puede pelear contra asustados e indefensos primitivos?” El hombre al que rinden culto los indígenas resulta ser... ¡el Capitán América!
Del mismo modo, en la página 89 (The Avengers, núm. 4, marzo de 1964, p. 8), el CA comenta a los vengadores: “... y luego me encontraron unos esquimales que pensaron que era un objeto sobrenatural!” ¡¿Cómo o por qué los “esquimales” adoran a un Capitán América congelado como si fuera un dios?!
Posteriormente, en la página 128 de la compilación en español (The Avengers, núm. 6, julio de 1964, p. 3), en la segunda viñeta, se ve a Zemo, el exnazi y enemigo del CA, siendo llevado en hombros por unos indígenas con piel de un inverosímil color gris plomo. En segundo plano, uno de los indígenas (que se supone son amazónicos), abanica a Zemo como los esclavos orientales de las pinturas europeas del siglo XVIII. La viñeta siguiente ya es una obra maestra del racismo: los indígenas yacen muy pegados al piso, recargados en antebrazos y rodillas para que Zemo camine sobre sus espaldas. ¿Se habrá inspirado en esto el equipo de Los 300 para la presentación de Jerjes?



En estas viñetas ningún indígena dice una palabra, ni Zemo hace referencia a ellos: son apenas unos objetos vivientes. ¿Por qué los indígenas están sometidos a Zemo? Nunca se aclara.
Más adelante, en la página 160 en español (The Avengers, núm. 7, agosto de 1964, p. 7), en la viñeta 2 Zemo aparece sentado “en un rústico trono en las agrestes profundidades de la selva sudamericana, donde manda como líder indiscutible.” Misma pregunta que para el episodio anterior.
En la viñeta 3, un Zemo furioso hace aspavientos ante un indígena acobardado, mientras le grita: “¡No se queden ahí parados, inútiles! ¡Vayan a las tribus y empiecen a rendir mi tributo! ¡Es mandato de Zemo!” y en la viñeta que le sigue, seis indígenas más corren aterrados ante los gritos del exnazi, quien les exige un tesoro, recordando quizá la leyenda de El Dorado. En las páginas 166-167 del mismo episodio (pp. 13-14 de la versión en inglés), el CA combate a unos indígenas muy fornidos y armados con ametralladoras, pero incapaces de vencerlo, cuando él sólo cuenta su escudo. Tampoco articulan palabra.



¿Por qué los indígenas amazónicos se humillan servilmente ante el tiránico Zemo? ¿Por qué es su “líder indiscutible”? Nunca se da una explicación, porque la intención, como en el caso del culto “capitanamericanista”, es que el mismo lector llegue a la conclusión más directa y más mezquina: porque los amerindios son inferiores.
Las ilustraciones y los textos que involucran a los indígenas son muy claros: estos personajes están ahí para ser esclavizados por los “malos”, y para ser combatidos y humillados por los “buenos”; y en última instancia, para ser ridiculizados por los autores del cómic y su público, ¡ésa es su naturaleza! (según el señor Lee).
Desde luego, el presente texto no tiene la finalidad de exigir a los creadores unas disculpas que, de ser posibles, resultarían inútiles y vacías. Más bien se trata de demostrar lo que pensaba Stan Lee (y piensa todavía, puesto que el cómic no ha sido modificado) acerca de los indígenas de Anáhuak, y la idea distorsionada que la industria del cómic estadounidense ha presentado de los mismos.
Es perfectamente comprensible (aunque no justificable) que una cultura pagada de sí misma, de su progreso material y tecnológico (porque a eso se reduce su “progreso”), orgullosa de su moralismo hueco (porque a eso se reduce su idea de lo religioso), realice proselitismo para hacer participar a los demás de su misma estrechez de miras. No faltará quien alegue que es necesario ser comprensivos, pues en el momento histórico en que se realizó esa obra, muchos estadounidenses tenían esa misma concepción errónea (así se ha hecho con La carga del hombre blanco de Rudyard Kipling, y con la obra de H. P. Lovecraft, en espcial On the Ceration of Niggers); pero entonces ¿por qué no hay en esas páginas una sola nota de parte de cualquier funcionario de Marvel o de Televisa que atenúe, corrija o siquiera explique esto?
En fin, si lo anterior resulta estúpido pero comprensible, la verdadera aberración es que en un país como México, cuya Carta Magna lo presenta como nación “pluricultural”,3 se difunda una visión distorsionada y humillante de los indígenas. A final de cuentas, si a Stan Lee (el autor de este insulto) y a Emilio Azcárraga Jean (el patrón de sus difusores) poco les importa todo este asunto, a quienes debe interesar es a nosotros, aun cuando los indígenas mostrados en este cómic no estén situados en México.
Bueno... ¡es una coedición con Televisa! ¿Qué otra cosa cabía esperar? Una leyenda en la página legal de la compilación dice: “Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación”; pero a las claras se ve que es una “cura en salud” más bien hipócrita, cuando, programa tras programa, la compañía de Azcárraga se ha esforzado durante décadas por presentar el mismo estereotipo de los indígenas, atribuyéndoles servilismo, cobardía, holgazanería y estupidez.

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NOTAS:
*La reproducción de las viñetas no tiene fines de lucro, sino de crítica y análisis. Si los propietarios de los derechos de reproducción piensan que no deberíamos usarlas, les pedimos que nos lo notifiquen y serán retiradas.
1. http://www.rtve.es/noticias/20120914/frank-miller-enfrenta-batman-contra-qaeda-holy-terror/563264.shtml
2. Los Vengadores. THE AVENGERS. Stan Lee y otros. Marvel Cómics / Televisa, México, 2012.

3: La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice, en su Capítulo 1, Art. 1, párrafo 5: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico...”,y en su Art. 2, Párrafo 2: “La Nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.”

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